Desde pequeño Mario Molina, Premio Nobel de Química en 1995, estaba fascinado con la ciencia. Una habitante del cielo y amiga suya nos cuenta cómo se transformó en una de las voces más influyentes para alertarnos contra el cambio climático. Este libro es muy recomendable porque acerca a los pequeños lectores a la química, porque pocos saben que en México tenemos un Nobel científico y porque entraña una advertencia contra el cambio climático.