El ruido blanco se caracteriza por el hecho de que su densidad espectral de potencia es una constante. Es decir, su gráfica no tiene picos: es plana. Este tipo de ruido empezó a usarse en las UCIS neonatales al comprobar que emulaba los sonidos que el bebé oía en el útero materno. En 1961, Arno Penzias y Robert Wilson, dos ingenieros de IBM, subieron a limpiar de caca de paloma la antena ultraprecisa con la que trabajaban porque recibía ruido blanco.