DESDE EL MUNDO DE HAY ALGO MATANDO NIÑOS
A un pródigo Máscara Blanca llamado Cebo (un chico mudo con los brazos amputados y con tendencia a sobrevivir a expectativas suicidas) lo envían a un hogar de acogida para niños con una misión más maliciosa de lo imaginable. Aunque Cebo hace todo lo posible por ignorar la crueldad de los niños hacia él, se le plantean más preguntas que respuestas después de que ataquen los monstruos.