LONGEVIDAD, LARGA VIDA. En un pequeño poblado cerca de México D.F., hay un santuario conocido en la barranca de Ocuilán, lugar sagrado donde aparecen con frecuencia hombrecitos que aunque corretean, no mueven los matojos.A la gente de las cercanías no les sorprende, ya que ellos, sobre todo los mayores están acostumbrados a verlos.