Durante largo tiempo la vocación fue considerada con una suerte de llamado, como una inclinación natural hacia determinadas actividades y profesiones. Actualmente, la vocación es considerada como un proceso que se desarrolla durante toda la vida, no es algo con lo que se nace, se construye de forma permanente dentro de un entorno familiar, académico y social específico. La vocación intenta responder a interrogantes vitales como: quién soy, cómo soy y hacia dónde quiero ir.