El ser humano es curioso por naturaleza, gracias a esa curiosidad ha desarrollado la capacidad de investigar el cómo, cuándo, dónde, por qué y el para qué de lo que ocurre en la naturaleza. Basta con observar que todo lo que utilizamos diariamente en nuestra vida cotidiana es producto de alguna manera de la investigación, del desarrollo de la tecnología y la ciencia aplicadas en la generación y creación de medicamentos diversos, juguetes, ropa, alimentos, etc.