Sorprendentes narraciones de escritores de distintas épocas y nacionalidades, algunos insospechados para el género de lo extraordinario, desde Bécquer, Chéjov o Stevenson, hasta Twain y Rilke.
Los fantasmas son una extensión de lo desconocido; no solo han muerto (nada más desconocido que la muerte) sino que, por algún motivo inexplicable, su muerte ha adquirido una dimensión diferente.