Poe posee el arte de encantar, de hacer pensar, de hacer soñar, de arrancar a las almas del cenagal de la rutina. Charles Baudelaire. Toda entrada en materia cuando se trata de Poe atrae sin violencia como un torbellino; su solemnidad sorprende, manteniendo el espíritu despierto. Se presiente, desde luego, que se trata de algo grave.