Una mujer sola y vulnerable, recluida en su casa, ve desde la ventana algo que no debería haber visto.
Pero nadie le cree.
No sabe si lo ha visto o lo ha imaginado.
Anna Fox vive sola, recluida en su casa de Nueva York, sin atreverse a salir. Pasa el día chateando con desconocidos, bebiendo vino (quizá más de la cuenta), viendo películas antiguas, recordando tiempos felices... y espiando a los vecinos.