«En las montañas de la locura» resume la fascinación por la Antártida que el escritor sintió durante toda su vida. Siendo niño, Lovecraft seguía con entusiasmo los noticieros e informes sobre las incursiones al Polo Sur de exploradores como Borchgrevink, Scott o Amundsen, y su misma hipersensibilidad al frío pudo servirle de inspiración para esta historia de terror creciente y envolvente.