El reverendo Dodd, pastor de un tranquilo pueblo costero en Cornualles, pasa las tardes leyendo historias de detectives junto a la chimenea, pero Dios no quiera que la sombra de un crimen real se cierna sobre su parroquia. La paz del clérigo se esfuma una noche tormentosa en la que aparece el cadáver de Julius Tregarthan, un juez reservado y huraño. La ausencia total de pistas desconcierta a la policía local.