Iwa, Kasane y Sakura son las tres mujeres icónicas del terror japonés, espectrales bellezas de largos y lustrosos cabellos negros, cuya gélida y penetrante mirada hiela la sangre y atenaza el alma. Las historias originales que han inspirado las películas más terroríficas del cine japonés nacieron a principios del siglo XIX gracias a Tsuruya Namboku, el genial dramaturgo del kabuki-terror.