Frankl escribió esta obra de teatro poco tiempo después de haber dejado atrás su experiencia como prisionero en los campos de exterminio. Su título encierra un debate metafísico sobre el sentido del sufrimiento, que toma como punto de partida una escena en una barraca del campo de concentración Birkenwald, nombre de ficción resultado de la combinación de los nombres Buchenwald y Birkenau.