El Alcalde de Zalamea de Pedro Calderón de la Barca, es uno de los grandes clásicos del siglo de oro de la literatura española y universal: sí, la dignidad más que el honor, más que el indispensable, pero mero honor. La dignidad es algo más, mucho más hondo, más consustancial al ser humano. Este fantástico y realísimo retablo de dignidad supo imprimírselo de manera insuperable a la figura de Pedro Crespo, Alcalde de Zalamea el inmortal Calderón de la Barca.