Ante las pérdidas definitivas y el dolor de lo inconcluso, recupera la paz y sigue adelante con tu vida. ¿Quién no ha vivido un duelo, la pérdida de un empleo, el fin de una relación, una pelea con un amigo, un diagnóstico médico devastador? En algunos casos existe una solución, pero en muchos otros sólo resta aceptarlo y continuar.