El dolor que causa la pérdida de un ser querido debe atenderse inmediatamente, a fin de que no se convierta en una experiencia traumática y duradera para la persona afectada; esta debe superar ese trance para continuar con su vida cotidiana, libre de aflicciones que pongan en riesgo su salud física o psíquica.
Lo ideal es que el doliente reciba terapia psicológica; de no ser posible, la orientación que le ofrece esta guía le ayudará a elaborar su propio duelo mediante la identificación de sus fases y el control de la intensidad y duración de las mismas, lo cual habrá de conducirlo paulatinamente hacia la recuperación emocional.
Jorge Montoya posee amplia experiencia en el manejo de los factores patológicos asociados al duelo, además de prestar atención profesional en casos de este tipo, tanto en forma individual como familiar, grupal o institucional.