El suicidio anualmente se cobra alrededor de 1.000.000 de vidas en el mundo, y por cada persona que lo consigue más de veinte lo intentan. Además, el número de allegados a los que afecta es incontable.
Sin embargo, apenas hablamos de ello, y este silencio dificulta que quien se plantea esa salida como última alternativa encuentre la ayuda que necesita.