Están para lo bueno y para lo malo. Conocen nuestros secretos, nos escuchan y saben cuándo se necesita un abrazo, una risa o el mejor consejo,, aunque lo den de aquella manera.
Tras el fenómeno editorial de El humor de mi vida, Paz Padilla vuelve a encogernos el corazón con este libro dedicado a Lola, su madre, describiendo con maestría el acompañamiento, la compasión, el amor y el humor; las herramientas que les han guiado ante los reveses de la vida.