México es un país que está envejeciendo a un ritmo acelerado. Ello se debe a las características de la dinámica demográfica que el país ha experimentado en los últimos años, particularmente a la reducción de las tasas de natalidad y mortalidad y al incremento en la esperanza de vida de las personas. Lejos de ser un problema, el envejecimiento poblacional es un logro que refleja en parte los alcances de las políticas sociales.