En las últimas décadas, la sociedad globalizada no solamente se ha caracterizado por un consumo desmedido, sino que, en contrapunta, se ha observado que muestra un mayor interés en relación con las actividades realizadas por las empresas y el impacto que tienen no sólo en el ámbito económico, sino también social. Surgiendo así la "Responsabilidad Social" como un compromiso de las empresas para conducirse éticamente y contribuir al desarrollo territorial.