El oficio del sociólogo es exactamente eso: una teoría de la construcción sociológica del objeto convertido en habitus. Poseer ese oficio es saber que, para tener una posibilidad de construir el objeto, hay que volver explícitos los supuestos, o incluso que lo real es relacional, que lo que existe son las relaciones, vale decir, algo que no se ve, a diferencia de los individuos o grupos.