El giro neoliberal del capitalismo ha supuesto una profundización de la dinámica desposeedora de este sistema. Por si fuera poco, nos hallamos ante una nueva sacudida vinculada al desarrollo tecnológico, que amenaza con la destrucción de millones de puestos de trabajo.
Así, carece de sentido ligar la supervivencia de la gente exclusivamente a un empleo cada vez más escaso y más precario.