La desigualdad constituye una violación a la dignidad humana porque impide que todas las personas por igual desarrollen sus capacidades. no es sólo una cuestión de ingreso y riqueza: es un ordenamiento sociocultural que reduce nuestras capacidades de funcionar como seres humanos, nuestra salud, nuestro amor propio, nuestro sentido de la identidad así como nuestros recursos para actuar y participar en el mundo.