Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la depresión es hoy día una enfermedad que ha crecido enormemente en el mundo moderno, y que las cifras sobre el número de enfermos que la padecen o la han padecido son abrumadoras.
Sin embargo, es sorprendente también la desinformación que existe sobre ella y la confusión que reina a menudo entre los pacientes y sus familias.