Harold Bloom afirma en la introducción a esta encantadora -y necesaria- antología de relatos y poemas excepcionales, escogidos para incitar a una larga vida de lecturas, que si deseamos llegar a Shakespeare y a Chéjov, a Henry James y a Jane Austen, estaremos mucho mejor preparados si hemos leído antes a Lewis Carroll y a Edwar Lear, a Robert Louis Stevenson y a Rudyard Kipling.