Los autores de las primeras épocas de la literatura fantásticas, escriban sus relatos en un registro culto y refinado; de hecho, el adecuado a la literatura de su tiempo.
En muchas ocasiones, el relato que constituye la verdadera acción del cuento que se encuentra introducido por unos relatos preliminares que nos explican el origen de la historia y que son narrados por personajes ajenos a la acción, que la han conocido indirecta mediante las explicaciones de personas que si las vivieron o mediante los escritos que estas dejaron en vida contando toda historia.