La habana, a treinta años del triunfo de la revolución, David, de la unión de jóvenes comunistas, conoce a diego, un homosexual "patriótico y Ezamiano", y la amistad lo sitúa en la encrucijada: entre el afecto genuino y la homofobia, entre las convicciones militantes y el recelo ante los gastados símbolos del futuro.