Soñar es terapéutico y su interpretación es un pilar de la curación en el tratamiento psicoanalítico.
El sueño es un compromiso en el que el Yo expresa una parte del conflicto, una parte de la pulsión; a través de los sueños, el Yo también deja fluir sus fantasías y tendencias inaceptables para sí mismo, y cuando el paciente es consciente de su contenido latente, mejora su salud mental.