En la década de 1920 apareció en la calles de París un hombre de extraño aspecto, con grandes mostachos, el cráneo pelado, un gorro de Fez por sombrero y un bastón de oro en la mano. Aquella figura imponente y enigmática dijo venir de una búsqueda espiritual que le llevó a recorrer el Cáucaso, Egipto, los valles de Afganistán y la montañas del Tíbet. su nombre era George Ivánovich Gurdjieff y con el tiempo se convirtió en uno de los mas grandes y controvertidos maestros espirituales de nuestro tiempo.