Al incursionar en lo que subyace al teatro consciente de las apariencias, el psicoanálisis debe lidiar con una estructura que es capitalista y patriarcal, pero también colonial.
El colonialismo es un pasado que nunca termina de pasar, que jamás deja de insistir en el presente, particularmente en regiones culturales alguna vez colonizadas, como es el caso de América Latina.