Los autores documentan la relación directa entre el estrés postraumático (EPT) y los estresores psicosociales específicos: desastres, criminalidad, tortura, etc., eventos que afectan a un alto porcentaje de la población en general, así como la aplicación de tratamientos cognitivo conductuales que han demostrado su eficacia científica para rectificar cogniciones negativas y la desregulación autonómica, y cuyo objetivo terapéutico es que las víctimas recobren el sentido de competencia y confianza en el mundo, que han perdido a causa de experiencias traumáticas.
La obra se dirige a los profesionales que intervienen en el tratamiento de casos de estrés postraumático: psicólogos, médicos e investigadores policiacos, quienes hallarán aquí los medios adecuados para contribuir a la recuperación emocional de las víctimas, testigos y sobrevivientes del delito y los desastres naturales.