El ansioso que transmite su estrés, el paranoico que se ofende al menor comentario, el obsesivo que se pierde en los detalles, el narcisista que siempre piensa en sí mismo, el depresivo cuya inercia desarma y desespera, el hiperexigente para el que nunca nada será suficiente…
Existen multitud de personalidades difíciles que pueden perturbar o incluso destrozar tu vida cotidiana.