La primera generación de psiquiatras mexicanos tenía una prioridad: realizar investigaciones y crear instituciones para "prevenir" las enfermedades mentales, proyecto que se conoció como higiene mental. Los protagonistas de esta historia son Samuel Ramírez Moreno, Leopoldo Salazar Viniegra, Manuel Guevara Oropeza, Mathilde Rodríguez Cabo, Alfonso Millán Maldonado, Edmundo Buentello y Raúl González Enríquez. Para ellos, impulsar la prevención en el terreno psiquiátrico significó un acercamiento a las ciencias sociales y al psicoanálisis, lo cual implicó un consecuente distanciamiento de la teoría degeneracionista.