No es casualidad si vemos las cosas de color rojo, nos ponemos amarillos de envidia, verdes de miedo, azules de frío o blancos como una sabana. Los colores no son banales. Transmiten tabúes, prejuicios a los que obedecemos sin saberlo, poseen sentidos ocultos que influyen en nuestro lenguaje, en nuestro imaginario. Los colores poseen una historia que cuenta la evolución de las mentalidades. El arte, la pintura, la decoración, la arquitectura, la publicidad, nuestros productos de consumo, nuestras ropas y automóviles, todo se rige por el codigo.