Es de vital importancia que al pequeño desde temprana edad se le motive a la realización de ejercicios que apoyen el desarrollo de su maduración gruesa, con la finalidad de incrementar su habilidad y aptitud psicomotriz, llenarlo de vastas experiencias realizando un sinfín de actividades que le permitan llevar a cabo vivencias que impliquen dicha coordinación para alcanzar el objetivo deseado la destreza manual fina que sólo se adquiere con la práctica.