El recortado es, entre las actividades que se le enseñan al niño en la etapa preescolar, una de las más importantes debido a las grandes posibilidades educativas y manuales que posee, pues con la práctica de esta labor se favorece la coordinación motriz fina y visomotora del pequeño, se estimula su atención, se canaliza su energía hacia fines creativos y se establecen hábitos de orden y de limpieza al trabajar.