El asesinato en Acapulco de un obscuro y misterioso funcionario de los servicios de inteligencia norteamericanos no es un homicidio común y corriente. En principio, porque en el país no se acostumbra matar con francotiradores. Ese es el primer enigma de un caso que llevará al policía Antonio Robles Gresner a perderse en la densa maraña de intereses cruzados que vinculan poder político, poder económico, narcotráfico y geopolítica.