El 29 de noviembre de 1947, la recién nacida ONU decidió dividir Palestina en dos territorios, ofreciendo un hogar a los judíos dispersos por Europa tras el Holocausto nazi. Poco después, el 14 de mayo de 1948, nacía el Estado de Israel. La reacción de los países árabes vecinos fue inmediata: no aceptaron su creación.