Aceptémoslo: ¿Qué tan locos debemos estar en este país para que un personaje imaginario y una bola de monitos tengan que explicarnos cómo sobrevivir a nuestro propio Gobierno?
Gil caminaba sobre la duela de cedro blanco del amplísimo estudio cuando se encontró a Trino.
—¿Qué pex, Trino?
—Nada, aquí andaba.
—¿Nos reventamos un libro sobre el gobierno de Liópez Obrador? —preguntó Gilga.