Las consecuencias en América latina han sido de diversa índole: desde un reforzamiento a la política de hostigamiento contra cuba, colocando por Estados Unidos en la lista de piases patrocinadores del terrorismo, hasta el abandono de un acuerdo migratorio con México y, por el contrario, una vigilancia y control mas estrecho de la frontera con su vecino del sur, y en general un aislamiento sobre los asuntos del continente.