Nuestro siglo es el siglo del niño. Hace unos pocos decenios, el niño frecuentemente moría al nacer, durante los primeros meses o durante los primeros años de su vida; a menudo no podía asistir a la escuela y no superaba el analfabetismo; tenía que empezar a trabajar antes de los diez años realizaba trabajos pesados o insalubres que le provocaban deformaciones o alteraban su salud: tenía que soportar las incomprensiones, las humillaciones y la violencia de los adultos.