De un tiempo a esta parte, el enemigo público número uno de la salud se llama azúcar. En los países occidentales el consumo de esta sustancia se ha incrementado de manera dramática. Ello a pesar de que una dieta alta en azúcar puede provocar diabetes, obesidad y muchos problemas de salud. El exceso en el consumo de azúcar –tanto el polvo blanco que ponemos sobre la mesa como la fructosa oculta en los alimentos envasados– no sólo puede enfermarnos, sino que también contribuye a acelerar el proceso de envejecimiento. En este libro, una nutrióloga y una dermatóloga unen fuerzas para diseñar un programa revolucionario que ayuda a reducir al máximo el azúcar de su dieta para recuperar la lozanía de la piel y mantener la salud.