Francia, siglo XIV. La maldición que el gran maestre de los templarios lanzó a la cara del rey Felipe el Hermoso parece haberse hecho realidad. Intrigas palaciegas, batallas entre dinastías y guerras desastrosas llevan a la corte, a los prelados, a los jueces, a los banqueros y hasta al propio rey a una situación desesperada. Todo ello será preámbulo de un crimen.