En el año 51 d.C., Roma se ha convertido en una ciudad demasiado peligrosa, incluso para el emperador Claudio. La traición acecha en cada recodo, en cada callejuela, tras cada columna.
Por si fuera esto poco, el poder de un movimiento republicano clandestino, "los Libertadores", ha extendido sus tentáculos por todas partes y parece que ha conseguido infiltrarse incluso en la Guardia Pretoriana, y su propósito parece ser acabar con la vida de Claudio.