El París del siglo XVII se sostiene sobre los pilares del vicio y la violencia. María de Médici, la reciente esposa de Enrique IV de Borbón, tiene que enfrentarse, nada más llegar a la corte, a la inquina de la favorita del rey, Henriette d Entragues, quien no ha superado el que no pudiera convertirse en reina de Francia. Pero Henriette es el menor de los problemas de la joven reina consorte.