Año 1496. Tras conseguir la unión de Castilla y Aragón, conquistar Granada y las Islas Canarias, Isabel la Católica se encuentra en los años finales de su vida, pero también en los que ostenta más poder.
Un poder y un legado que no está dispuesta a perder, ni siquiera después su muerte. Esta novela narra los años que cambiaron para siempre el curso de la historia.