La presencia de los romanos en Britania es un aspecto de la historia antigua poco tratado hasta la fecha en novelas históricas, y la obra de Scarrow cubre perfectamente esta carencia.
Aún en Britania, Cato ve la alegría de su ascenso a centurión empañada por una misión casi imposible: convertir a una tribu de bárbaros, los Lobos, en una unidad de servicio del ejército romano que deberá cubrirle las espaldas en su avance por el interior del país.