Aun así, Roma apenas ha dispuesto tres legiones desplegadas en tan inmenso territorio para proteger sus intereses.
Al frente de una de ellas se encuentran Macro y Cato. Macro y Cato deben trasladarse a Egipto para enfrentarse de nuevo a su viejo enemigo Áyax, quien con su ejército de ex esclavos y gladiadores se ha convertido en una pesadilla para los navegantes y los pueblos costeros egipcios.