Corre el año 59 d. C. Han pasado quince años desde que Roma luchara contra los bárbaros en Britania y, ahora, es allí donde marcha a vivir el centurión Macro.
Pese a la paz establecida, la provincia vive tiempos convulsos: en Londinium, el ambiente es amenazador; pero además las tribus que supuestamente han aceptado el dominio romano se remueven, inquietas.