A mediados del siglo I d. C, el imperio romano Bretaña aún debe superar un último obstáculo carataco, rey de los catuvelaunos y líder de la resistencia. El prefecto Macro, junto con el ahora centurión Macro, tienen la misión de capturarlo para llevar de nuevo la gloria al emperador Claudio. Pero hay mucho más en juego, pues un agente especial tiene la misión de sabotear la campaña del ejército romano contra Carataco y, además, de acabar con los dos soldados romanos que podrían interponerse en su camino Macro y Cato.